martes, 23 de junio de 2015

7 excusas que te frenan de salir a explorar el mundo y que todos hemos dicho alguna vez








Me encantaría viajar, pero nadie quiere ir conmigo.


Durante años puse en pausa mi sueño de viajar durante un largo período debido a muchas razones que consideraba sensatas. Sin embargo, cuando decidí dejarlas a un lado y lanzarme a lo desconocido, viví una de las mejores experiencias de mi vida. Fue ahí cuando me pregunté por qué diablos no había empezado a explorar el mundo antes, así llegué a la conclusión de que simplemente siempre inventé excusas innecesarias para no hacerlo.


Hoy cada vez que alguien me dice que soy atrevida por viajar sola y ellos jamás se atreverían a recorrer países con una mochila al hombro, me da tristeza porque tienen los mismos pensamientos con los que yo viví durante muchos años. Por esta razón, decidí juntar las excusas más típicas que las personas tienen antes de decidirse a tener la experiencia más enriquecedora de sus vidas:






1. Me encantaría viajar, PERO no tengo dinero






Esta debe ser la más típica de todas. Sé que viajar no es gratis, pero si es tu mayor prioridad será difícil que no juntes dinero para ello. Olvídate de las cenas en restaurantes, vestidos de diseñador y el iPhone último modelo. Compra tu pasaje con anticipación, alójate con Couchsurfing y sé creativo con tus dólares. No compres souvenirs ni cosas que no necesitas, tus seres queridos lo entenderán. Si no tienes el dinero suficiente para la cantidad de meses que deseas quedarte, busca un empleo part-time en algún restaurante o trabaja por alojamiento/comida. ¡Hay cientos de opciones!






2. Me encantaría viajar, PERO voy a extrañar a mi familia








¡Por supuesto que los extrañarás! Sin embargo, tu vida es para vivirla al máximo y nadie debería ser el motivo suficiente para retenerte. Lo mejor de todo será darte cuenta de lo mucho que los quieres y cuando regreses todo volverá a ser como antes. Para todos esos meses a la distancia, puedes organizar reuniones en Skype, contar las cosas entretenidas que te pasan por Whatsapp o mostrarles los hermosos lugares que estás conociendo en Instagram. La tecnología realmente acorta kilómetros.






3. Me encantaría viajar, PERO nadie quiere ir conmigo




Es aterrador y nadie lo niega. Simplemente llegas a un destino donde no conoces a nadie y no sabes ni dónde estás parado, pero debes resolver todo por tu cuenta. Sin embargo, te aseguro que probablemente estés menos solo de lo que te imaginas. Cuando te alojas en hostales conoces a personas de todo el mundo que están haciendo lo mismo que tú y también les haría bien un poco de compañía. Al viajar solo estás más abierto a conocer gente nueva que probablemente nunca le hubieras hablado si fueras con tu grupo de amigos. Además, la confianza que ganarás difícilmente la obtendrás de otra forma.





4. Me encantaría viajar, PERO los desconocidos me intimidan






Aunque nadie me crea soy una persona tímida, pero aprendí a dejarlo de lado. Cuando estás perdido en una calle de Tokio, deseas salir a beber a un bar de Sidney o requieres más información para llegar al aeropuerto de Vietnam, NECESITAS hablar con la gente a tu alrededor. De a poco irás abandonando la timidez y cada vez será más fácil acercarte a entablar una conversación con desconocidos.






5. Me encantaría viajar, PERO me da miedo lo que pueda suceder




La realidad es que algo nos puede pasar algo en cualquier momento en cualquier lugar del mundo, así que no sólo cuando dejas la comodidad de tu barrio es cuando estás vulnerable a robos u otras cosas que es mejor ni nombrarlas. Pero vivir pensando en que algo malo te va a suceder es lo peor que puedes hacer. Simplemente toma precauciones extra como sacar una copia virtual de todos tus documentos y guardarlos en Dropbox (o en tu correo), nunca salir con todo tu efectivo, dejar tus pertenencias con candado, seguir tu intuición y siempre caminar alerta. A pesar de lo que nos cuentan las noticias, aún queda gente buena que hace del mundo un lugar que vale la pena recorrer.






6. Me encantaría viajar, PERO no puedo en estos momentos








¿Si no es ahora, entonces cuándo? A lo largo de mi vida me han repetido que “el que quiere, puede”, así que es difícil para mí comprender a alguien joven sin mayores responsabilidades que desea con todo su corazón irse de viaje, pero no hace todo lo que está en su poder para lograrlo. Entiendo a quienes deben luchar por mantener a su familia con un sueldo injusto, pero no entiendo a los jóvenes que aún no deben preocuparse por esas cosas y no salen a cumplir sus sueños porque “no es el momento adecuado”. A todos ellos les advierto que nadie nace con tiempo ilimitado y probablemente no tendrás una mejor época que ahora para agarrar tu mochila e irte.




7. Me encantaría viajar, PERO tengo un empleo






Si amas tu trabajo o estás ahorrando para tener el viaje de tus sueños, está bien. Pero si lo odias con tu corazón y simplemente vas a tu oficina cada mañana “porque debes hacerlo”, ¿qué estás esperando?Este puede ser el escape que estabas buscando de esa aburrida rutina y hasta se puede transformar en un estilo de vida.


Ya no tienes excusas para eliminar todos esos “PERO” de tu vida y salir a explorar el mundo. Lo único que se interpone entre tu sueño de viajar y ese pasaje de avión, eres tú.

jueves, 11 de junio de 2015

Un poco de Sabiduría "El Síndrome de la Caca Fría"




"EL SÍNDROME DE LA CACA FRÍA"



Hace un par de meses rompí con mi novia porque descubrí que me había engañado múltiples veces. Ayer me llamó por teléfono y me preguntó que si nos podíamos ver. Le dije que sí.


Fue raro, porque la pasamos genial esa tarde juntos. Me di cuenta de que aún la amaba y extrañaba. Cuando llegué a casa le platiqué a mi abuela (ella es mi mejor amiga) sobre mi tarde con mi ex. Y lo que me dijo ha sido la cosa más sabia que he escuchado en mi vida:

- “Oh cariño, ¡recuerda que rompiste con ella por una razón!”

- Sí lo sé abuela, pero es que aún la amo.

- Por favor no te atrevas a padecer el viejo “Síndrome de la Caca Fría”.

- Uhmm… ¿qué es eso?

- Mira, el “Síndrome de la Caca Fría” es así: “Cuando tu popó está aún calientita, puedes saber y oler que es caca, por lo tanto no te atreverías a acercarte a ella. Por otro lado, cuando la popó se vuelve fría y dura, mucha gente puede pensar que es chocolate, y se atreven a probarla para luego descubrir de la peor manera que sigue siendo caca. Ella te engaño y no una, sino varias veces, ella es caca, no chocolate. Recuerda esto.”